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Osiris

Radio nocturna

Los programas de radio nocturnos son un mundo aparte.
La gente que tiene insomnio (suelen ser amas de casa mayores), trabajadores nocturnos y camioneros son la fauna habitual de éstos.

Básicamente la dinámica del programa se basa en la gente que llama exponiendo sus problemas y opiniones. Después llama más gente replicando y poniendo a parir al de antes. Y el resto sale rodado. Te montas un programa la mar de apañadito y entretenido por cuatro duros.

Las que molan son las llamadas radicales, cuelan una al principio, como quien no quiere la cosa, por ejemplo un señor llevándose las manos a la cabeza "porque ahora los maricones pueden adoptar niñitos inocentes" (habría que decirle que esos niños suelen venir de familias heterosexuales). La siguiente hora se van sucediendo las llamadas acordándose de la familia del señor, de lo mal que estábamos con Franco, del fascismo reprimido, del PP, de lo caros que están los pisos, y de qué puedo hacer para recuperar a mi novio/a, el cual me era infiel con todo el corte inglés y parte del pryca (todo un clásico, nunca falla).

Después ya está el toque tecnológico. Incorporando la participación online a través de un chat. Este tema proporciona grandes momentos cuando al presentadora lee según que cosas que pone la gente. Me imagino a la pobre presentadora, aséptica como un tambor de Luzil, con esa voz virginal y de nunca haber roto una vajilla de 32 piezas, pasando la vista por encima de las barbaridades que dicen los chateadores y sonrojándose.

Las pinceladas chisposas de la noche las ponen los camioneros que cuentan lo mucho que echan de menos a la familia, y tocan la bocina sin importar al pobre conductor al que asustan (no te quieras encontrar con un bocinazo de un trailer de siete ejes en una carretera oscura a las 3:30 de la mañana).

Y ahora lo último es la gente que llama a la radio para cantar, y cuenta sus frustraciones en el casting de OT. La gente se desahoga y suelta sus lloros porque no podrán emular a Bisbal ni comprarse su chalet. Y después para demostrar el error que han cometido los de la selección amenizan la velada nocturna con cantos atormentados a las musas. Después de haber llorado a raudales es de imaginar como sonará.

De todos modos, a mí me hacen gracia los programas de canguelo. Llámame gilipollas, pero me pone escuchar psicofonías, esas grabaciones en las que se escuchan desde una canción del Fary hasta la sesión de Dj Pirulas, según interpretación, claro está.

El otro día de camino al trabajo sintociné una emisora en la que se escuchaba un programa que parece que se graba en el banco de un parque cualquiera. Se oían muchos "pó bueno", "no si yá", "boá neng" y jerga similar. Me descojoné interiormente, con desgarro incluído.

¡Ay! La radio, esa gran amiga, reflejo de la sociedad.

1 comentario

Alma -

Qué bueno!!!, jajajajajaja, yo escucho el programa q ponen en los 40 de 12 a 2 y cdo me quedo un poco más el q va después q es hasta las 6 de la mñn, yo creo q son los mejores programas de esa emisora (al menos a mi parecer...)
Cuídate, besos y un big abra.
Alma;) (F)