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Osiris

La silla donde me he sentado estaba rota, me empujaba hacia adelante, se me estrujaban los cojones en los pantalones y es bien sabido que si a un hombre le estrujas las pelotas, es incapaz de pensar.

Extraído del blog de Kami

¡Oh!
¡Por eso le quiero tanto!

1 comentario

kami -

He dicho!