- Hace como nueve mil millones de años, yo paseaba por aquí buscando una lámpara entre los chiringuitos. Es curioso que yo me acuerde de esto, pero mi acompañante me dijo que no era justo que sus jefes recibieran lotes de navidad y cestas, porque ellos ya cobraban lo suficiente y no lo necesitaban. Yo estallé en ira y le dije que la vida no era justa, y que nunca lo sería. Ella me reafirmó una vez más que quería colaborar con una ONG, y yo no le hice ni puto caso.
- Ya... bueno... ¿y por qué me cuentas eso?
- Porque me sale de los cojones.
- Aha, ya veo. Por cierto me tengo que ir, me esperan.
- Muy bien, yo me quedaré tomando la penúltima.
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