y la musa llegó
Corre, salta, escapa, huye, y jamás, nunca en la vida, mires atrás, porque te convertirás en uno de ellos.
No les tengas sentimientos, siente la dulce frialdad, pero nunca dejes de huir. Amigos, familia, resposabilidades, trabajo, corre! Todos arden de la misma forma si los acercas a la llama de la indiferencia. Mas no bajes la guardia. Porque un día, los mirarás y creerás verte, pensarás que no son tan distintos, y en ese preciso momento serás uno de ellos.
Ni ellos mismos saben qué quieren, qué buscan o quienes son, sólo quieren no ver otra alternativa, otra salida, aunque sepan que existe. Y tú la tienes, pero tan sólo si corres sin desfallecer, toda la vida corriendo, huyendo.
No trates de pensar o razonar, sólo actúa, golpea y corre, golpea y vuelve a correr mientras sigues corriendo, porque si te paras un instante, los mirarás y creerás verte, pensarás que no son tan distintos, y en ese preciso momento serás uno de ellos.
No hay luz hacia dónde marchar, porque nuestra escapada no tiene un final; sólo puedes preguntarte hasta dónde podrás llegar antes de cansarte y dar la vuelta. Quizás tú seas el que llegue más lejos que nadie, pero nunca llegarás a un final. Solamente puedes soñar golpear cada vez más fuerte, y correr más rápido, y saltar más alto.
No nos entienden, no piensan en nosotros, hasta que un golpe les hace daño. Sólo viven para envidiar lo de los demás, sólo viven para machacar a quien envidian, sólo viven para criar al que machacan. Y mientras tú sigues corriendo.
Debes correr, porque algún día te alcanzaremos y ese día dejarás de correr, y nos mirarás y creerás verte, pensarás que no somos tan distintos, y en ese preciso momento serás uno de nosotros. Y dejarás de correr. Para siempre.
No les tengas sentimientos, siente la dulce frialdad, pero nunca dejes de huir. Amigos, familia, resposabilidades, trabajo, corre! Todos arden de la misma forma si los acercas a la llama de la indiferencia. Mas no bajes la guardia. Porque un día, los mirarás y creerás verte, pensarás que no son tan distintos, y en ese preciso momento serás uno de ellos.
Ni ellos mismos saben qué quieren, qué buscan o quienes son, sólo quieren no ver otra alternativa, otra salida, aunque sepan que existe. Y tú la tienes, pero tan sólo si corres sin desfallecer, toda la vida corriendo, huyendo.
No trates de pensar o razonar, sólo actúa, golpea y corre, golpea y vuelve a correr mientras sigues corriendo, porque si te paras un instante, los mirarás y creerás verte, pensarás que no son tan distintos, y en ese preciso momento serás uno de ellos.
No hay luz hacia dónde marchar, porque nuestra escapada no tiene un final; sólo puedes preguntarte hasta dónde podrás llegar antes de cansarte y dar la vuelta. Quizás tú seas el que llegue más lejos que nadie, pero nunca llegarás a un final. Solamente puedes soñar golpear cada vez más fuerte, y correr más rápido, y saltar más alto.
No nos entienden, no piensan en nosotros, hasta que un golpe les hace daño. Sólo viven para envidiar lo de los demás, sólo viven para machacar a quien envidian, sólo viven para criar al que machacan. Y mientras tú sigues corriendo.
Debes correr, porque algún día te alcanzaremos y ese día dejarás de correr, y nos mirarás y creerás verte, pensarás que no somos tan distintos, y en ese preciso momento serás uno de nosotros. Y dejarás de correr. Para siempre.
3 comentarios
lid -
jordi -
mierda, pilla la metáfora joía! xD
lid -